Documentos obtenidos ANSA muestran seguimientos en Europa

Diplomáticos radicados en Brasil durante la dictadura militar (1964-1985) observaban con preocupación la represión a fines de los años 70 y la persecución de extranjeros, como el exiliado argentino Miguel Guagnini, de acuerdo con documentos archivados por la ONU en Europa. Brasil recibió informaciones de sus agentes en Europa y también conocía los movimientos de disidentes argentinos en Italia, como el escritor Juan Gelman, según documentos a los que tuvo acceso ANSA.

Guy Prin era el representante de ACNUR (Agencia ONU para Refugiados) en Rio de Janeiro en 1978, cuando reportó a sus superiores que en el ambiente diplomático había información sobre la represión en curso, pese a que el presidente Ernesto Geisel (1974-1979) pretendía mostrarse como el mentor de la transición hacia la democracia.

En uno de los mensajes que acaba de liberar la ONU, Prin menciona a un torturador famoso, el Capitán Ubirajara, que actuaba en la policía de investigaciones de Sao Paulo,reportó hoy Estado de Sao Paulo.

Mientras el gobierno de facto de Brasil había expresado su decisión de dar garantías a los exiliados de otros países sudamericanos, en la práctica este compromiso no se cumplía, ya que muchos eran seguidos, detenidos y deportados.

Informaciones de la ONU indican que fotos de argentinos que estaban protegidos por ACNUR en Brasil fueron enviadas a los agentes del dictador argentino Jorge Rafael Videla.

Sao Paulo fue uno de los principales destinos de los opositores sudamericanos que lograron burlar el cerco en sus países, ya que en esa ciudad contaban con la cobertura del arzobispo católico Paulo Evaristo Arns, uno de los más consecuentes opositores al régimen instaurado con el golpe que derribó al presidente democrático Joao Goulart en 1964.

Uno de los exiliados argentinos detenido en Sao Paulo fue Miguel Guagnini, hijo de una conocida dirigente de derechos humanos, Cata Guagnini, y hermano de dos activistas que hasta hoy continúan desaparecidos.

El represor Ubirajara recibió a un representante ACNUR en 1978, ante quien admitió haber detenido a Guagnini porque, alegó, distribuía una revista del movimiento trotkista editada en París, según se indica en uno de los telegramas desclasificados publicados hoy por la prensa brasileña.

Jair Krischke, titular del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, sostiene que los extranjeros que llegaban a Brasil huyendo de las dictaduras “en algunos casos” habían sido espiados por agentes brasileños antes de ingresar al país, pues existía una “estructura de espionaje al servicio de la dictadura creada por Itamaraty (Cancillería) llamada Ciex (Centro de Investigaciones en el Exterior)”.

Uno de los mayores expertos en la organización internacional de represión, el Plan Cóndor, Krischke señala que el intercambio de informaciones entre dictaduras era regular y se extendía más allá de la región, dado que los informantes, apoyados por diplomáticos, estaban atentos a la actividad de los grupos democráticos en Europa. La Comisión de la Verdad creada por la presidenta Dilma Rousseff formó un equipo de trabajo dedicado a investigar el Plan Cóndor y analiza realizar investigaciones en embajadas de varios países.

El ex presidente Joao Goulart fue seguido por miembros de los servicios secretos en Argentina y Uruguay, pero también en España, donde se reunió con el ex presidente argentino Juan Domingo Perón, y al parecer en Francia, donde visitaba a un médico.

La complementariedad entre diplomáticos y agentes de la represión hizo que esa estructura fuera bastante eficaz y permitió a las dictaduras anticiparse a los movimientos de los activistas que dejaban sus países buscando seguridad en la región y en Europa. Esa hipótesis se confirma en documentos a los que tuvo acceso ANSA en el Archivo Nacional, en Brasilia.

Entre los papeles obtenidos hay comunicaciones elaboradas por diplomáticos brasileños en Roma que contienen informes sobre los movimientos de exiliados brasileños que llevan denuncias de torturas y asesinatos ante organizaciones humanitarias y entidades vinculadas a la Iglesia Católica.
El primero de esos materiales originados en la misión diplomática brasileña en Roma está fechado en 1973.

También hay documentación que confirman el seguimiento de exiliados argentinos en Brasil y en Europa.

Uno de esos informes se originó en abril de 1978 y consigna el seguimiento de un grupo de miembros de la organización armada argentina Montoneros, que al parecer se reuniría en el interior brasileño para retornar a Argentina durante el Mundial de Fútbol 1978.

En un dossier, también obtenido por ANSA, que tiene en su carátula el sello del Estado Mayor del Ejército de Brasil, hay datos sobre varios militantes argentinos en Europa y uno refiere al escritor Juan Gelman en Roma. También se vuelcan datos sobre Gelman y un viaje que al parecer realizó a Madrid “junto a Bidegain, Bonasso M. y otros dirigentes… el 17 de junio de 1978”, según reza el despacho que estuvo durante años en poder de los militares brasileños y al parecer fue elaborado por agentes argentinos desde Europa.

El diario Folha de Sao Paulo informó ayer que Brasil e Italia suscribieron un acuerdo por el cual el país europeo cederá papeles hasta ahora inéditos sobre la dictadura.

Paulo Abrao, funcionario del Ministerio de Justicia, dijo que “es de gran relevancia esta iniciativa” porque permitirá conocer el “papel que tuvo la resistencia en el exterior, donde fue capaz de generar movimientos de denuncias”.

 

Fonte – ANSA

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